FUENTE: Internet
¿Se imagina que su doctor le recete un antibiótico y que, al comprarlo, las cápsulas no muestren ninguna información sobre la dosis (potencia) del mismo? Usted no sabe si las cápsulas que ha comprado son de 50, 100 o de 500 miligramos…
¿Se imagina que en las gasolineras no se muestre claramente el octanaje de la gasolina que está comprando?. Usted no sabría si lo que le están vendiendo es una gasolina de 85, 87, 92 o 96 octanos…
Lamentablemente esa es la situación cuando usted compra un celular. Debido a la falta de información, usted no tiene ni idea del número SAR de su nuevo teléfono (y de repente ni siquiera sabe lo que es el número SAR). Hoy trataremos de aclarar ese importante concepto.
Esta semana, la Junta Municipal de San Francisco hizo historia en los Estados Unidos al aprobar por votación de diez a uno, una nueva ley que ordena que desde febrero del 2011, los vendedores de teléfonos celulares divulguen la cantidad de radiación que absorbe el cuerpo por la acción irradiante de cada teléfono que venden. O sea que al igual que las cápsulas de antibióticos tienen claramente impreso el número de miligramos que contienen, o las gasolineras que tienen letreros que indican claramente el octanaje del combustible que se compra, desde febrero del 2011, en San Francisco el consumidor podrá conocer el numero SAR del teléfono que compra y así podrá escoger los celulares con menores números SAR.
Pero ¿Qué es el número SAR?
Para entender el número SAR, hay que saber que la antena del celular emite y recibe continuamente ondas electromagnéticas que viajan desde y hacia las antenas de las torres celulares. Esos rayos electromagnéticos del celular se absorben por los tejidos del cuerpo cercanos al celular. Esa medida de la cantidad de radiación que absorben los tejidos es conocido como el numero SAR (del inglés Specific Absorption Rate); en español es traducido como Tasa de Absorción Especifica. No quiero confundir con términos científicos, pero ese número es la absorción del número de watts (W) por cada kilo de tejido (kg), por lo que el número SAR se expresa en W/kg.
En otras palabras, cada vez que usted usa un celular, las ondas electromagnéticas del aparato son absorbidas por los tejidos alrededor de su oreja, llegando obviamente (especialmente en el caso de los niños) a las zonas más profundas del cráneo y del cerebro. Es interesante distinguir que las ondas electromagnéticas de los celulares no son de tipo ionizante (como lo son los rayos X o la radiación de las bombas atómicas), sino son de tipo no-ionizante. Esta radiación no-ionizante es la misma que la de los hornos de microondas, de tal modo que al usar mucho tiempo el celular y pegarlo a la oreja, la radiación “calienta” los tejidos y se piensa que ese exceso de calor estaría relacionado a tumores benignos y malignos del cerebro y las meninges (cáscara del cerebro).
Existen dos organizaciones internacionales encargadas de establecer cuál es el máximo valor permisible del número SAR de un celular. Para la Internacional Commission on Non-Ionizing Radiation Protection (ICNIRP), los teléfonos celulares no deben tener un numero SAR mayor de 2.0 W/kg. Para la Asociación Norteamericana de Estándares de la Asociación de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE-ANSI), el numero SAR no debe ser mas de 1.6 W/kg.
El Perú, junto a la mayoría de países de América Latina y Europa, ha escogido tener como valor máximo del SAR el de 2.0 W/kg. En los Estados Unidos, el valor máximo del SAR es de 1.6 W/kg.
De tal modo que desde febrero del 2011, el consumidor en San Francisco no solo podrá proteger su bolsillo teniendo claramente visible el precio del celular, sino que también podrá proteger su cerebro teniendo claramente visible el numero SAR del teléfono que le gusta.
Debemos aclarar, como lo mencionamos en su momento, que las investigaciones sobre el peligro de los celulares no son concluyentes, pero el sentido común nos dice que hay que cuidarse, que es mejor prevenir que lamentar. En ese sentido, Israel, Inglaterra, Francia y Alemania hacen severas advertencias sobre los potenciales peligros de los celulares a los consumidores.
Es por eso que queremos recordarle que los dos métodos para protegernos de la radiación del celular son: 1.) Disminuir el tiempo que tenemos el celular pegado a la oreja (usarlo por períodos cortos de tiempo), y 2. Alejar el celular del cuerpo (usar audífonos).
Pregunta para usted amable lector: ¿Le gustaría saber el número SAR del teléfono que quiere comprar? ¿Cree que es un dato útil de conocer?
Información de "Cuida tu Salud" por Elmer Huerta
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